Preguntas y respuestas: MÁS ALLÁ
Más allá ✨ de Jorge Guillén
I
(El alma vuelve al cuerpo,
Se dirige a los ojos
Y choca.) —¡Luz! Me invade
Todo mi ser. ¡Asombro!
Intacto aún, enorme,
Rodea el tiempo. Ruidos
Irrumpen. ¡Cómo saltan
Sobre los amarillos
Todavía no agudos
De un sol hecho ternura
De rayo alboreado
Para estancia difusa,
Mientras van presentándose
Todas las consistencias
Que al disponerse en cosas
Me limitan, me centran!
¿Hubo un caos? Muy lejos
De su origen, me brinda
Por entre hervor de luz
Frescura en chispas. ¡Día!
Una seguridad
Se extiende, cunde, manda.
El esplendor aploma
La insinuada mañana.
Y la mañana pesa.
Vibra sobre mis ojos,
Que volverán a ver
Lo extraordinario: todo
Todo está concentrado
Por siglos de raíz
Dentro de este minuto,
Eterno y para mí.
Y sobre los instantes
Que pasan de continuo
Voy salvando el presente,
Eternidad en vilo.
Corre la sangre, corre
Con fatal avidez.
A ciegas acumulo
Destino: quiero ser.
Ser, nada más. Y basta.
Es la absoluta dicha.
¡Con la esencia en silencio
Tanto se identifica!
¡Al azar de las suertes
Únicas de un tropel
Surgir entre los siglos,
Alzarse con el ser,
Y a la fuerza fundirse
Con la sonoridad
Más tenaz: sí, sí, sí,
La palabra del mar!
Todo me comunica,
Vencedor, hecho mundo,
Su brío para ser
De veras real, en triunfo.
Soy, más, estoy. Respiro.
Lo profundo es el aire.
La realidad me inventa,
Soy su leyenda. ¡Salve!
II
No, no sueño. Vigor
De creación concluye
Su paraíso aquí:
Penumbra de costumbre.
Y este ser implacable
Que se me impone ahora
De nuevo —vaguedad
Resolviéndose en forma
De variación de almohada,
En blancura de lienzo,
En mano sobre embozo,
En el tendido cuerpo
Que aun recuerda los astros
Y gravita bien—este
Ser, avasallador
Universal, mantiene
También su plenitud
En lo desconocido:
Un más allá de veras
Misterioso, realísimo.
III
¡Más allá! Cerca a veces,
Muy cerca, familiar,
Alude a unos enigmas.
Corteses, ahí están.
Irreductibles, pero
Largos, anchos, profundos
Enigmas —en sus masas.
Yo los toco, los uso.
Hacia mi compañía
La habitación converge.
¡Qué de objetos! Nombrados,
Se allanan a la mente.
Enigmas son y aquí
Viven para mi ayuda,
Amables a través
De cuanto me circunda
Sin cesar con la móvil
Trabazón de unos vínculos
Que a cada instante acaban
De cerrar su equilibrio.
IV
El balcón, los cristales
Unos libros, la mesa.
¿Nada más esto? Sí,
Maravillas concretas.
Material jubiloso
Convierte en superficie
Manifiesta a sus átomos
Tristes, siempre invisibles.
Y por un filo escueto,
O al amor de una curva
De asa, la energía
De plenitud actúa.
¡Energía o su gloria!
En mi dominio luce
Sin escándalo dentro
De lo tan real, hoy lunes.
Y ágil, humildemente,
La materia apercibe
Gracia de Aparición:
Esto es cal, esto es mimbre.
V
Por aquella pared,
Bajo un sol que derrama,
Dora y sombrea claros
Caldeados, la calma
Soleada varía.
Sonreído va el sol
Por la pared. ¡Gozosa
Materia en relación!
Y mientras, lo más alto
De un árbol —hoja a hoja
Soleándose, dándose,
Todo actual—me enamora.
Errante en el verdor
Un aroma presiento,
Que me regalará
Su calidad: lo ajeno,
Lo tan ajeno que es
Allá en sí mismo. Dádiva
De un mundo irremplazable:
Voy por él a mi alma.
VI
¡Oh perfección! Dependo
Del total más allá,
Dependo de las cosas.
Sin mí son y ya están
Proponiendo un volumen
Que ni soñó la mano,
Feliz de resolver
Una sorpresa en acto.
Dependo en alegría
De un cristal de balcón,
De ese lustre que ofrece
Lo ansiado a su raptor,
Y es de veras atmósfera
Diáfana de mañana,
Un alero, tejados,
Nubes allí, distancias.
Suena a orilla de abril
El gorjeo esparcido
Por entre los follajes
Frágiles. (Hay rocío.)
Pero el día al fin logra
Rotundidad humana
De edificio y refiere
Su fuerza a mi morada.
Así va concertando,
Trayendo lejanías,
Que al balcón por países
De tránsito deslizan.
Nunca separa el cielo.
Ese cielo de ahora
—Aire que yo respiro—
De planeta me colma.
¿Dónde extraviarse, dónde?
Mi centro es este punto:
Cualquiera. ¡Tan plenario
Siempre me aguarda el mundo!
Una tranquilidad
De afirmación constante
Guía a todos los seres,
Que entre tantos enlaces
Universales, presos
En la jornada eterna,
Bajo el sol quieren ser
Y a su querer se entregan
Fatalmente, dichosos
Con la tierra y el mar
De alzarse a lo infinito:
Un rayo de sol más.
Es la luz del primer
Vergel, y aun fulge aquí
Ante mi faz, sobre esa
Flor, en ese jardín.
Y con empuje henchido
De afluencias amantes
Se ahínca en el sagrado
Presente perdurable.
Toda la creación,
Que al despertarse un hombre
Lanza la soledad
A un tumulto de acordes.
Resumen:
- Parte I: El poeta se despierta con un ruido, de manera que el alma devuelve la vida al cuerpo y hace que este se sienta persona. Toma consciencia de su vida y su existencia, lo que lo hace inmensamente feliz. Exalta el amanecer 🌅, el renacimiento del mundo ordenado que ocurre cada mañana.
- Parte II: Insiste en el hecho de estar despierto y haber dejado atrás el sueño 🌙, aunque todavía esté estirado en la cama, recordando los astros de la noche y sus misterios ✨.
- Parte III: La mañana avanza y los objetos que estaban sumidos en la oscuridad, van tomando forma bajo la luz de la mañana y se hacen presentes a los ojos 👀 del poeta.
- Parte IV: Guillén exalta la realidad diaria, a través de la cual el poeta encuentra la plenitud del Universo 🌌. El escritor, sentado en su despacho de trabajo y lleno de jubilo, contempla, en un día cualquiera, la perfección que exhiben los pequeños elementos cotidianos y sus modestas realidades.
- Parte V: El autor se recrea en el reflejo de la luz del sol sobre la pared, en la visión de un árbol..., remarcando la inmensa felicidad 😁 que le transmite el mundo que lo rodea.
- Parte VI: El mundo es perfecto, las cosas existen independientemente de él, pero él sí depende del mundo para ser pleno y feliz. El poeta considera que cada vez que un hombre se despierta ocurre este milagro 🌠, deja atrás la soledad (en la que no se tiene conciencia de la existencia y ni se puede contemplar el maravilloso mundo que lo rodea) que acompaña nuestra existencia y que significa el sueño.
1.- ¿Cómo es la métrica?
En este poema J. Guillén utiliza 50 coplas (de 4 v. cada una) de versos heptasílabos con rima asonante en los vv. pares y los impares quedan sueltos.
2.- La temática del poema. En los v. 41-44 está la tesis. Coméntala. ¿Con qué filósofo presocrático sintoniza?
Se sintoniza con la filosofía de Parménides, el cual afirmaba que todo se encontraba en el ser, pues, fuera de este, todo era caos y variación: «Eso que es, es y no puede no ser. Eso que no es, no es y no puede ser». El ser es como la realidad, immutable, y el principio elemental 🌟 de todas las cosas. En este poema, Guillén se centra también en el ser y lo confiere como algo magnífico y elemental: «Ser, nada más. Y basta. /Es la absoluta dicha.»
3.- Coteja los contenidos de la 1ª estrofa y de la última. ¿Qué tipo de estructura confieren al poema?
Tanto la primera como la última estrofa: ambas hablan sobre el Sol y la luz que iluminan ✨ la realidad y hacen referencia al acto de despertarse. Cuando el hombre se despierta tiene conciencia de su existencia y del maravilloso mundo 🌎 que le rodea. El hecho de que empiece y acabe igual confiere una estructura circular al poema, de perfección.
4.- Resume en un par de líneas en qué consiste el poema.
El poeta expresa su optimismo por la alegría de vivir, exalta el goce de existir, y considera que la vida es bella porque es vida. Guillén exalta la armonía del cosmos 🌌, la luminosidad, la plenitud del ser y la integración en un universo perfecto 🌟.
5.- ¿Por qué el poeta tiene una postura “antirromántica”?
En la postura romántica los poetas siempre están insatisfechos 💔 y disgustados, encadenados permanentemente a conformarse tan solo con la esencia y lo intangible de las cosas. Ellos nunca se sienten realizados porque siempre quieren algo más y mejor. En este poema, en cambio, el poeta sí se muestra alegre y realizado, goza de la vida 😍 y la existencia, contentándose llanamente con el ser y alejándose de la tempestad y el descontento del mundo.
6.- Comenta el estilo.
- Estilo nominal: abundancia de nombres abstractos y frases cortas (parataxis y asíndetons o yuxtaposiciones).
- Escasez de verbos, «estatismo» y preferencia por el infinitivo.
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